Vacaciones medioambienta ninos

Vacaciones de verano: gran oportunidad para inculcar valores medioambientales a los niños

El futuro está aquí. Son los niños y niñas. De eso no hay duda. Pero desgraciadamente el futuro del Planeta en el que crecen está cada vez más en entredicho y parece indudable que la sostenibilidad del Planeta depende de todos los seres humanos que poblamos la Tierra. Por ello, inculcar a la infancia el respeto por la naturaleza y su entorno, y tomarse en serio la educación en valores medioambientales de los más pequeños es una tarea trascendental para ellos como individuos y para el conjunto de la sociedad, pero sobre todo para su futuro y el de nuestro Planeta. Y las vacaciones son un momento perfecto para hacerlo.

Cada vez en más colegios, la educación medioambiental está presente de manera transversal. Pero como en todos los ámbitos educativos, la familia es uno de sus pilares más importantes. Por ello, los adultos de la familia tenemos el deber de involucrarnos activamente, porque inculcando y reforzando valores medioambientales en casa, nos aseguraremos de que los niños se convertirán en jóvenes y adultos responsables con el Planeta en el que viven.

Vacaciones de verano: mucho tiempo al aire libre en contacto directo con la naturaleza.

No podemos olvidar que los niños aprenden y forman hábitos por imitación. En este sentido, resulta básico dar ejemplo con las rutinas diarias e inculcarle desde casa el respeto por la naturaleza y por su entorno. Además de que hacerlo se puede convertir en un estímulo más para nosotros los adultos, ya que pequeños concienciados y entusiasmados, motivarán aún más a toda la familia a tomarnos más en serio las cuestiones medioambientales.

Las vacaciones de verano son perfectas para ello ya que es habitual pasar mucho tiempo al aire libre, además de permitirnos estar más en contacto directo con la naturaleza.

Parece pues obvio que estos días de descanso en familia nos ofrecen una oportunidad única para incidir en hábitos ambientales positivos para los más pequeños de la casa. Aprovechemos pues que en vacaciones nuestras rutinas diarias se relajan y tenemos más tiempo para estar juntos para potenciar la sensibilidad medioambiental de nuestros pequeños. Puede ser una gran oportunidad para incorporar y/o actualizar sencillas rutinas, y al final de las vacaciones, podremos mantenerlas en nuestro día a día con mayor naturalidad y ganas renovadas. Os proponemos algunas ideas:

Hábitos ambientales positivos en nuestras vacaciones

 

1. Inculcar hábitos ambientales positivos en nuestro día a día:

– Crear o potenciar los sistemas de reciclaje en nuestro lugar de vacaciones (sí también en una habitación de hotel podemos hacerlo).
– Dar responsabilidades a los pequeños de la casa sobre el reciclaje en la medida de sus posibilidades y acordes a su edad.
– Ahorrar agua: mejor ducharse que bañarse, tomar duchas más cortas, cerrar los grifos mientras nos enjabonamos o nos lavamos los dientes…
– Evitar gastos de energía innecesarios: apagar las luces de las habitaciones que no estemos usando, retrasar su encendido, apagar los electrodomésticos cuando no los necesitemos, usar ventiladores en lugar de aire acondicionado…
– Caminar, usar la bicicleta o el transporte público, mejor que el coche.
– No tirar desperdicios ni basura al suelo.
– Recoger siempre todos nuestros residuos en la playa o en el campo, y por qué no recoger algunos de los que nos encontremos.

 

2. Intentar generar menos residuos:

– Llevar siempre agua de casa en una botella reutilizable y rellenarla en fuentes públicas cuando sea necesario, en lugar de comprar una botella de plástico nueva cada día.
– Ir a la compra con nuestras bolsas reutilizables, en lugar de usar las de plástico que nos ofrecerán en la caja.
– No usar pajitas, ni cucharillas de plástico de usar y tirar.

 

3. Generar hábitos de consumo más sostenibles y responsables con el medio ambiente:

– Comprar productos locales y de temporada.
– Comprar productos a granel en lugar de aquellos que tienen envolturas innecesarias.
– Comprar menos cosas y más duraderas.
– Antes de reciclar el papel, usarlo por las dos caras. Además, es mejor usar papel reciclado, así salvaremos árboles y bosques.

 

4. Reducir nuestro consumo y valorar lo que tenemos:

– Hacer limpieza de juguetes, libros y ropa que ya no utilicemos y donarlos o intercambiarlos con otros niños.
– Aprovechar para visitar la biblioteca y coger prestados libros para el verano, en lugar de comprar nuevos.

 

5. Manualidades, juegos y juguetes más respetuosos con el medio ambiente:

– Cajas, hueveras, telas, bricks, botellas, tapones… pueden adquirir una nueva vida en forma de juguetes.
– Fomentar la imaginación con manualidades con materiales reciclados o naturales: crear pasta de papel para hacer un bote de lápices, un ramo de flores con piñas recogidas del suelo y pintadas, un marca páginas…
– Hay multitud de juegos que pueden ser increíblemente divertidos, sin necesidad de usar ningún juguete, enséñaselos.

 

6. Estar en contacto con la naturaleza, explorarla y descubrirla para entenderla y respetarla:

– Caminar, recorrer parques, bosques, playas…
– Detenerse y observar los árboles, plantas, flores…
– Detenerse y observar a los insectos.
– Visitar granjas y jardines botánicos.
Plantar, sembrar, regar y cuidar plantas, y que sea una responsabilidad suya su cuidado.
Plantar árboles.

 

7. Sensibilizar sobre la naturaleza y las cuestiones medioambientales: leer libros, ver películas y documentales, ver fotografías… que muestren distintas realidades sobre la naturaleza o temas medioambientales es muy importante para ser consciente de la importancia de cuidar de nuestro Planeta.

 

Como veis, inculcar valores medioambientales a los niños, ¡es más fácil de lo que creemos! Seguro además que sus actitudes y motivación nos sorprenderán. Porque nunca podemos subestimar su capacidad de aprendizaje, ni pasar por alto la curiosidad y necesidad de descubrimiento, observación y exploración inagotables de los niños.

Las posibilidades son innumerables y las herramientas muy sencillas, ¡aprovechémos estas vacaciones!

Nuestros niños y el Planeta nos lo agradecerá desde ya y en el futuro, de eso no hay duda.

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